Regresamos después de unos fatídicos meses en los que no publicamos nada por diversas circunstancias, las columnas que se habían subido a Sportcar también se pondrán en el blog para que quede completo éste último. Para finalizar el primer año hacemos un recuento escueto de lo sucedido en las pistas del mundo.
Pues un año más finaliza y hemos sido testigos de las épicas batallas que en las pistas se llevaron a cabo, desde una F1 con nuevas reglas y nuevos ganadores hasta decesos trágicos, el año que nos deja se va con muchos recuerdos difíciles de borrar de nuestras mentes.
El nuevo rey
Después de años de mediocridad, tanto de Honda como de Button, los japoneses dejaron la máxima categoría para dar paso a Brawn GP quien con todo el talento y personal de los del país del sol naciente salió a las pistas a ganar (claro, y una interpretación distinta de las reglas del difusor). Button no encontró rival y fueron los Red Bull con el joven maravilla quienes más presión pusieron, pero nunca poniendo en peligro real al británico quien, con un gran inicio de año, marchó sin problemas a su primer campeonato.
Si bien Brawn GP dio sus primeras vueltas hasta poco antes del inicio de la campaña, su interpretación de las reglas les valió una ventaja suficiente para mantener la diferencia entre ellos y el resto (cuando todos interpretaron de la misma forma la regla del difusor, BGP se vio terrenal frente al resto). Button estuvo perfecto la primera mitad del campeonato y aprovecho su manejo y auto al máximo a diferencia de Rubens, para tener suficientes puntos al final del campeonato y no perder mucho terreno con su mediocre segunda mitad de campeonato. Aún así, Button se erigió como campeón con todo el derecho pues no sólo hace falta un gran auto para ganar.
Red Bull fue la otra sorpresa del año, una temporada después de haber quedado detrás de su escudería hermana menor, los austriacos se pusieron a trabajar, promovieron a su mayor talento y pelearon por el campeonato, aún y cuando su rediseño del difusor llegó casi a la mitad de la temporada. Newey puso el que podría ser considerado el auto más completo del 2009 para demostrar que una interpretación cuestionable de las reglas no es necesario para lograr un auto rápido. Vettel se consagró al luchar por el campeonato mientras que Webber probó por primera vez las mieles del triunfo en lo que fue un gran año para los de las bebidas energéticas.
Ferrari y McLaren lucharon por mantener el nivel, pero fue hasta finales del año que dieron signos de mantenerse vivos (aunque claro que ya quisiera Toyota o Renault un tercer o cuarto lugar en el campeonato de constructores), aunque los de Maranello se preocuparon más por preparar el 2010 después de Hungría que por cualquier otra cosa. Mientras tanto, los de Woking dejaron claro que Heikki no era la mejor opción para sustituir al mejor piloto de la F1 y optaron por dedicarle todo su esfuerzo al británico Hamilton que logró un par de victorias para demostrar que no sólo con buenos autos sabe manejar, logrando así callar a quienes decían que gracias a un gran McLaren había logrado sus éxitos en la F1.
En Toyota se pensó que este podría ser el año, se ilusionaron, incluso lograron una PP y todo terminó igual que siempre: sin victorias, sin esperanza, sin dinero y sin F1. BMW por su parte, comenzó un año pensando en podio y campeonato, pero no terminaba la primera carrera y su realidad se veía venir. Sin grandes logros, sin pena ni gloria, los alemanes no pudieron mantener el ritmo que tenían durante su más reciente incursión en la F1 y, sorpresivamente, abandonaron la máxima categoría al igual que los nipones de Fuji. Sir Frank Williams también pensó tener un gran auto, pero al final no era tan bueno como parecía y, aunque Nico logró bastantes puntos como para terminar séptimo, nunca pareció regresar las glorias que su equipo aún anhela. Renault contirbuyó con una de las dos grandes controversias del año (la primera fue la del difusor). La desató Nelsinho, cuando le dieron las gracias por sus servicios, al hablar de la victoria de Alonso en Singapur en 2008. El resultado fue una mancha al deporte, la salida de Briatore y Symonds de la F1, la no sanción a Nelsinho y la casi muerte de Renault en la F1. Además de eso, quedaron dudas acerca de algunos procesos que se realizan en la F1 y si la sanción fue más derivada de la presidencia que hubiera tenido en una serie alterna Flavio y el deseo de revancha de Mosley (como lo hizo con Dennis) o una cuestión de justicia; como haya sido, quien perdió fue la F1. Alonso por su parte, perdió un año más de su carrera en un coche que no tenía el potencial ni para llegar al podio. Los últimos dos, Force India y Toro Rosso, resultaron diametralmente opuestos de sus expectativas. Mientras los indios sorprendieron en Spa y Monza con un auto competitivo y sendos resultados, los Toro Rosso no lograron repetir su buen año de 2008 y terminaron al final de la tabla con poco que presumir y mucho que pensar.
Si bien el 2009 estuvo lleno de política fuera de las pistas (ejemplos sobran como Silverstone peleando un lugar en el calendario, Turquía batallando por tener afición y, más memorable aún, la FOTA buscando un campeonato alterno a las reglas planteadas por la FIA para 2010) en la pista recordaremos actuaciones soberbias como las de Hamilton, Vettel y Webber y un para de los Force India, así como el accidente de Felipe Massa y otras no tan memorables como el error de Ferrari con el combustible del brasileño en España, la inexperiencia de Vettel en Australia y la elección incorrecta de neumáticos de Toyota en Bahrain.
Fuera de la F1
En otras categorías tuvimos el dominio de Rossi y Loeb por un año más, con sudor, pero el campeonato lo volvieron a levantar, mientras que en los turismos SEAT sigue siendo la constructora a vencer, con todo y el cambio de reglas a medio año.
En cuanto a los mexicanos, celebramos que Pablo Sánchez logró un tercer lugar en la F3 italiana que le valió probar un Ferrar de F1, Esteban quedó entre los diez primeros de la F3 europea con una segunda mitad de año en la que mostró la adaptación al auto, mientras que en la GP2 Sergio Pérez logró unos cuantos podios y fue mejorando conforme avanzó el campeonato para adquirir experiencia de cara al 2010.
Hablando ya de los consolidados, Memo Rojas batalló hasta el final, pero no logró repetir el título en la Grand Am aunque estuvo cerca, mientras que en la serie rival, la ALMS, Adrián y el Chapu lograron fácilmente coronarse, aunque después el Fernández Racing cerraría operaciones.
En la categoría más importante de México, el equipo Telcel se erigió como el mejor, esta vez con Quiroga como campeón indiscutible, dejando al resto de la competencia sin oportunidad alguna. Claro, que la nota más triste fue la muerte de Carlos Pardo por un muro de contención que no tenía lugar en Puebla.
En la IRL, los Ganassi y los Penske dominaron el año, pero al final fue Franchitti quien logró alzarse con el campeonato en una serie que sigue buscando recuperar el nivel que alguna vez tuvo.
Y bueno, ya para no dejar, los ovaleros de NASCAR volvieron a ser dominados en las últimas doce carreras del año por Jimmie Johnson que sumó su cuarto título consecutivo, alcanzando así a su patrón Jeff Gordon. Sin embargo, el año se lo robaron Stewart y Martin. Uno por demostrar que, aún apoyado por Hendrick, se puede ser independiente y el otro porque para correr al máximo nivel (al menos en óvalos) no hay edad.
La semana que viene en la semana que fue…
El formato cambiará un poco y trataremos de subir noticias y comentarios diario, dependiendo como vayan sucediendo, mientras que los lunes seguiremos con la columna dividida en dos partes; una que estará dedicada a los resultados de la semana y otra que se enfocará más hacia la opinión del autor respecto algún tema específico de la actualidad del automovilismo.
Sin más que agradecimientos a quienes siguen esta columna, les deseo un 2010 lleno de éxitos y que todos sus objetivos se cumplan. Felicidades.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
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